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Antes de que se acabe el invierno, seguimos con nuestro recorrido por los municipios catalanes con más encanto durante esta época del año. Si bien las restricciones actuales para parar el coronavirus no nos permiten, seguramente, visitarlos actualmente, os invitamos a hacer una lista de pendientes por cuando la situación sanitaria lo permita.
Después de descubrir Llívia, Gósol, Conesa, Tavertet, Camprodon, Paüls, Peratallada y Beget , hoy visitamos Farena.
En la comarca de la Alt Camp encontramos la entidad de población de Farena , que pertenece al municipio de Mont-ral . Un municipio en las montañas de Prades que se caracteriza para presentar el esquema característico de un pueblo de montaña. Así, el casco urbano presenta un importante desnivel, y no se puede acceder en coche.
Para llegar, lo hacemos desde La Riba, por una carretera forestal que destaca por su riqueza en flora y fauna. Un golpe a Farena, las casas de piedra natural restauradas dibujan el perfil de la villa, principalmente de veraneo, y donde el río Brugent acostumbra a atraer bastantes bañistas. En invierno, pero, es un pueblo prácticamente deshabitado.
En cuanto al patrimonio de la villa, además de disfrutar de las casas y calles tradicionales de un pueblo de montaña, a Farena se pueden visitar los restos del antiguo castillo, a los estables de Can Vilalta, donde todavía se pueden ver algunos de los muros, y la iglesia románica de SantoAndreu , que tiene un mural pintado el 1946 por Anton Català y Gomis.
