Municipios con encanto en invierno: Camprodon

El invierno nos ofrece la posibilidad de disfrutar de paisajes singulares, y cargados de encanto, en todo Cataluña. Y a pesar de que las restricciones actuales para parar la expansión del coronavirus no permiten poder visitarlos actualmente, sí que está bien tenerlos en cuenta por cuando sea posible volver a hacer escapadas para disfrutar del tiempo libre a los rincones con encanto de Cataluña.

Es por eso que aprovechamos estos días para recorrer algunos de estos pueblos para hacer lista de pendientes por cuando la situación sanitaria lo permita. Después de descubrir Llívia, Gósol, Conesa y Tavertet , hoy nos trasladamos hasta Camprodon.

Sin lugar a dudas, Camprodon es uno de los imprescindibles durante todo el año, pero en invierno, el pueblo se convierte en una bonita postal. El municipio lo encontramos en el Valle de Camprodon, en la comarca del Ripollès, atravesado por el río Ter y por su afluente, el Ritort. Una de sus señas identitarias es, sin duda, el puente romano que atraviesa el río, y el origen de la villa hay que situarlo hacia el siglo XII, cuando Ramon Berenguer III concedió la construcción del mercado junto al monasterio de Sant Pere, embrión de la villa actual.

La gran riqueza natural, patrimonial y paisajística de su entorno son un claro reclamo para turistas, y unos de los valores a preservar de este precioso municipio. Hablamos primero de su patrimonio arquitectónico. A la villa hay una serie de monumentos incluidos enel Inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán. Además, en 2015, el Ayuntamiento preparó una ruta urbana con plafones explicativos multilingües y códigos QR de 17 puntos de especial interés, porque el visitante no se pierda cabeza.

Entre todos estos, destaca el Puente Nuevo de Camprodon, que se encuentra sobre el Ter, justo después de su confluencia con el Ritort, que separa la Villa de Arriba, de la Villa de Bajo. El puente, declarado bien cultural de interés nacional, fecha entre el 1196 y el 1226, y fue rehecho, en parte, al siglo XIV, para dar al camino de herradura que conducía en la Cerdaña.

Otro punto de interés a tener en cuenta es Santo Cristòfol de Beget, una iglesia de estilo románico catalán situada al pueblo de Beget, del municipio de Camprodon, declarada Bien Cultural de Interés Nacional. También el monasterio benedictí de Sant Pere de Camprodon, o la torre Caballera, situada al vecindario de Caballera a la cumbre de un cerro, punto estratégico de la sierra del mismo nombre, desde el cual se domina todo el valle del río Ter hasta Santo Pau de Segúries.

Si hablamos del entorno natural, no podemos dejar de hablar de las fuentes. Y es que la fusión del río Ter y el Ritort nace al término municipal de Camprodon, hecho que lo convierte en un lugar con numerosas fuentes. En total se cuentan más de una quincena, repartidas dentro y fuera del casco urbano y confluyendo todas dentro del municipio.

Ya lo sabéis, Camprodon no deja de sorprender. Así que tomáis nota por, cuando sea posible, disfrutar de nuevo!