Los Gigantes de Solsona, unas figuras imprescindibles para descubrir

Hablar de Solsona es, inevitablemente, hablar de sus Gigantes, que destacan por su historia y calidad estética, y que han acontecido todo un referente en las celebraciones de la villa.

Haciendo un poco de historia podemos observar como el 1675 se encuentra la primera referencia sobre los gigantes del municipio, fecha en la cual apareció la primera pareja de figuras. Posteriormente, en 1727, con motivo de la traslación de la imagen de la Virgen María del Claustro, apareció la segunda pareja. Unas figuras que se han ido adaptando a las modas de cada época, principalmente las femeninas, puesto que las masculinas siempre han mantenido sus características. Fue en 1935 que empezaron a vestir de forma medieval, tal como se detalla en el portal de Turismo del municipio.

A la villa hay muchas figuras, pero las más conocidas por todas partes son los gigantes del Carnaval. El Gigante Loco tiene música y ballet, y lo hace conjuntamente con la Giganta Loca, el Mocós, y la Geganteta, el Tòfol Nano, el Chut, la Draca, el Conde del Assaltu, Oriol, el Olímpico, la Vaca, los Enanos y los Gigantes Locos infantiles. Con todo, los que destacan por su calidad estética son los de la Fiesta Mayor. De estos, el Gigante Viejo es, junto con el Dragón, el elemento por antonomasia de la Fiesta Mayor de Solsona.

Unas piezas, la mayor parte de las cuales tienen el sello del desaparecido artista Manel Casserras y Boix, quién fue el responsable de la conservación de los gigantes y el bestiario de la Fiesta Mayor durante cerca de cuarenta años.

Todas estas figuras se pueden visitar, desde el año 2012, al Quarto de los Gigantes, ubicado en la calle de Sant Llorenç número 37. En este espacio se hacen visitas guiadas los sábados a las 17 horas, con salida desde la oficina de Turismo. La visita tiene una duración de 30 minutos y el precio de la entrada general es de 3 euros, 2 euros para niños y jóvenes entre 5 y 12 años, y gratuito para los más pequeños.