Santa Coloma de Farners me gusta!

La capital de la comarca de la Selva , Santa Coloma de Farners, dispone de un término municipal que comprende el casco urbano, los vecindarios de Sant Pere Buscada, Castanyet, Sant Miquel de Cladells, Vall y Vallors, y la urbanización de Santa Paloma Residencial. Un municipio que frueix de una orografía de transición: del casco urbano hacia el este empieza la llanura de la Selva , mientras que hacia el oeste se encuentran las Guilleries, con los contrafuertes del Espinau, Santa Bàrbara, y la Sierra del Cuervo. En este semicírculo de montañas hay dispersiones por colinas, valles, cuellos y fondalades todo un estol de ermitas de un gran interés histórico, artístico y religioso que bien merecen una visita.

La primera referencia escrita la encontramos en 886, cuando se cita el lugar de Sauleda, mientras que en 950 el obispo Gotmar de Girona consagraba la nueva iglesia, destruida años atrás por soldados húngaros. Hacia el 1497 Santa Coloma contaba ya con unos 350 habitantes, y 43 masías remences se habían redimido con el pago. El crecimiento se fue afianzando en los años siguientes.

El año 1718 la población colomenca era de 823 habitantes, que en poco más de 70 años se triplicó gracias a saber aprovechar su enclave a caballo entre las Guilleries y la costa. La segunda mitad del siglo XIX es testigo de un importante crecimiento en la actividad económica, que se traduce en la expansión urbanística de la ciudad. Ya a comienzos del siglo XX (1901) Santa Paloma tiene 4.600 habitantes, y bien pronto le será otorgado el título de ciudad en reconocimiento a su relevancia económica, cultural y política en la comarca. A lo largo de todo este siglo se afianza el crecimiento de la ciudad.

Visitar Santa Coloma de Farners es descubrir múltiples curiosidades. Una de ellas es la fuente de Santo Salvador, ubicada en el parque que lleva el mismo nombre, y que antiguamente era diferente del actual: recordaba una capilla y disponía de una imagen del santo encima de la fuente. Cómo que la leyenda explica como santo Salvador hizo el milagro de hacer surgir el agua de una roca, el Ayuntamiento hizo traer una gran roca al parque, cerca de la antigua fuente, y canalizó el agua porque saliera por tres picos.

Otra de las curiosidades es la relación de Santa Coloma de Farners con la industria del corcho. De hecho, los alzinars y las suredes son los bosques naturales en cerros y vertientes soleadas de la Selva, y estos bosques fueron muy favorecidos sobre todo los siglos XVIII y XIX para el aprovechamiento del corcho.