El origen del árbol de Nadal

Originariamente, el árbol era un símbolo de culto a los dioses

Se acerca la celebración de Nadal . Unas fechas donde la tradición es muy presente, con diferentes elementos que tienen toda una historia detrás, y que han llegado hasta nuestros días. Entre todos estos elementos icónicos, encontramos el árbol de Nadal, que ya hace días que luce engalanado en muchas de los hogares de Cataluña.

La tradición de poner el árbol de Navidad a casa viene de muy lejos. Y es que la tradición se remonta a las culturas norte-europeas. Los bárbaros celebraban, en unas fechas próximas a la Navidad cristiana, el nacimiento de Frey, el dios del solo. Lo hacían adornando un árbol que simbolizaba el Universo. Una celebración de culto a sus Dioses para festejar el solsticio de invierno.

El árbol escogido por este culto era un abeto, árbol de hoja perenne, considerado un símbolo de la vida eterna y prosperidad para estas culturas.

Más tarde, el cristianismo adaptó esta tradición, dándole una simbología cristiana. De este modo, se decoraba con manzanas (símbolo del pecado original de Adam y Eva) y con velas (como sinónimo de la luz de Jesús a todas las personas).

De este hecho se desprende que, actualmente, entre los ornamentos diversos que se pueden poner, es típico poner bolas de colores, como si fueran las manzanas, y tiras de luces de colores, como si fueran las velas.

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