Calafell Slide: un tobogán de 700 metros para descubrir con el buen tiempo

Disfrutar de una experiencia singular a Cataluña cuando llega el buen tiempo es posible

Definir el Calafell Slide es igual que decir diversión asegurada para toda la familia. Este lugar, a solo media hora de Tarragona, contiene un tobogán sin agua de 700 metros de longitud, único a Cataluña y España .

Una de las peculiaridades que tiene es que te deslizas en un trineo en el cual puedes regular la velocidad. Si bien no puedes avanzar a nadie, sí que hay un sistema que va registrando el tiempo que tarda cada uno a bajar y así poder comparar los resultados y competir con amigos y familiares.

Manejar el trineo, tanto para acelerar cómo para frenar es sencillo, por lo cual a partir de 8 años ya se puede utilizar sin necesidad de ser acompañado por un adulto. Es una atracción curiosa e insólita, que tiene un precio de tan solo 3 euros por entrada y que dispone de precios especiales en función del número de tickets que compras.

El Calafell Slide se construyó en 1989 por el suizo Hans Zimmermann y continúa siendo administrado por la familia. Su ubicación, en la Montaña Escarnosa, cerca del casco urbano de Calafell lo hace el lugar idóneo para pasar una tarde entretenida después de hacer una visita en la ciudad y contemplar monumentos cómo el Castillo de la Santa Cruz o de la Ciudadela Ibérica, o simplemente, para divertirse después de un día de playa.

Además, las instalaciones disponen de un bar y unas tablas con barbacoas, las cuales pueden utilizarse de manera gratuita siempre que compres las bebidas en el local. Un lugar sin duda diferente para celebrar un cumpleaños o cualquiera otro acontecimiento. El horario de apertura coincide con temporadas de turismo, y podéis consultar el calendario a su página web. Este año, el espacio abría puertas el 13 de mayo, y a pesar de que no hace falta reserva previa, se recomienda ir antes o después de la hora punta, que acostumbra a ser de 12.30 a 13.30 y de 18.30 a 19.30 horas.

A Calafell Slide, tienen un especial interés a velar por la seguridad y por eso están certificados por TÜV Thüringen. Ofrecen, además, comprar las fotos de la bajada a un precio de tres euros.

Una buena experiencia para hacer con niños. Seguro que se lo pasarán a las mil maravillas.

 
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