Montblanc

 

Si tuviéramos que de escoger el pueblo más bonito de Cataluña sería una elección muy difícil. Pero si tuviéramos que hacer un listado, sí que tendríamos claro que Montblanc estaría incluido en este. Cuando uno llega a este lugar de la Cuenca de Barberà (Tarragona) el primero que le llama la atención es la visión imponente de las murallas, transportándolo de forma imaginaria a la época medieval y en gran medida a la leyenda de santo Jordi, que el costumbrista Joan Amades sitúa en esta villa. Se puede decir que Montblanc es un lugar de cuento, de dragones, de caballeros y princesas: cada año en los alrededores del 23 de abril, se celebra la Semana Medieval, recreando escenas de los oficios y del día a día de aquella época, con el añadido que la gente del pueblo participa activamente disfrazándose también con la ropa de la época.

 

 

 

Es bien cierto que su gran atractivo es su patrimonio histórico, pero el visitante fugaz que se quede sólo con esta faceta se estará perdiendo muchas cosas interesantes. Montblanc es una villa para visitarla con calma y disfrutar de una caminata por sus calles de forma relajada. Así se podrá descubrir la amabilidad de su gente, la riqueza de su gastronomía y sus vinos con denominación de origen Conca de Barberà, su entorno natural o las pinturas rupestres con las que los primeros pobladores dejaron su huella y que se encuentran bien cerca.

 

 

 

Montblanc es sin duda un  pueblo que todo catalán tiene que visitar. No sólo por su belleza sino también por su historia que tanto conocida es en todo Cataluña. irás?

 

 

 
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