Descubrir Batea, patrimonio medieval y cultura del vino

El municipio de Batea dispone de un casco antiguo medieval perfectamente conservado

En la Terra Alta, en las Tierras del Ebro, se encuentra el municipio de Batea , un pueblo donde historia, patrimonio, gastronomía y cultura del vino se conjugan a la perfección. Un municipio medieval que dispone de un casco antiguo perfectamente conservado y en constante rehabilitación que permite al visitante disfrutar de la historia en directo a partir de los vestigios presentes a la villa.

Además, Batea es sinónimo de vino, enoturisme y pasión por la tierra, aconteciendo uno de los principales productores de vino de la Terra Alta.

El municipi de Batea

El municipio de Batea

Un poco de historia

Batea, como el resto de poblaciones de la comarca de la Terra Alta, es de origen protohistórico. Así, existen restos de diferentes poblados ibers ubicados al término de Batea, además de un tramo de 3 km de la antigua vía romana, que comunicaba el puerto de Dertusa (Tortosa) con las ciudades del interior de la provincia Tarraconense.

En cuanto a primera referencia escrita de la Vila, aparece después de que los árabes ocuparan el territorio, en 1153. Aparece a la carta de donación de Ramon Berenguer IV a los Templers de Miravet.

Lugares para descubrir

Cómo decíamos, Batea es un municipio medieval perfectamente conservado que cuenta con diferentes lugares para disfrutar de esta historia. Entre ellos, destaca la plaza Mayor. La Plaza Cataluña es, desde siempre, el punto de bienvenida a los visitantes, puesto que, siglos atrás, era el punto de acceso principal para los visitantes que llegaban por el camino de Tortosa. A consecuencia del progreso agrario que vivió la villa, en este espacio se edificaron casas senyorívoles, como la casa de los Alcorisa.

Hospitals de sang de Batea

Hospitales de sangre de Batea

Destaca también Can la Vila, el nombre que se le daba en la Casa Grande del municipio, originaria de la edad mediana, y que es hoy la sede del ayuntamiento. A la fachada destaca el reloj mecánico monumental de dos esferas, y el escudo municipal, un relevo artesanal de autor desconocido que data del 1856.

Tampoco se puede dejar de recorrer la Calle Mayor, la calle principal de la Villa Cerrada, que daba acceso a la Iglesia y en el Castillo por medio de unas arcadas góticas de la edad mediana. destacan los arcos y soportales góticos de los siglos XIII, XIV y XV, y en lo alto de la calle, el visitante puede encontrar a mano izquierda Casa Padre Pere, que acoge el Centro de Interpretación de los Hospitales de Sangre de la Batalla del Ebro, y a mano derecha el Horno de Genís, con fecha de 1761.

Precisamente el Hospitales de Sangre es uno de los lugares que no se puede dejar de visitar cuando se va a Batea. Este espacio presenta como se estructuró la asistencia a las personas heridas durante la Batalla del Ebro, y da a conocer la red sanitaria que se creó en torno esta batalla.

L'enoturisme és molt present a Batea

El enoturisme és muy presente en Batea

Enoturisme

Si por una cosa destaca Batea, además de patrimonio medieval, es por su vínculo con la cultura del vino. Así, acontece parada obligatoria para aquellos que disfrutan de la enoturisme, siendo uno de los principales productores de vino de la comarca.

Al municipio hay múltiples bodegas y productores de vino, que ofrecen visitas guiadas y catas a los visitantes. También destacan los productores de aceite de oliva de gran calidad.

 
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