El Hombre de las Narices

 

El último día del año, el 31 de diciembre, aparece el misterioso Hombre de las Narices, un personaje propio de la cultura popular, mítico, extraño y, incluso, un poco siniestro. Un personaje existente enel imaginario colectivo que los niños tiene que salir a buscar el último día del año, y a los cuales se los dice que "tiene tantas narices como días tiene el año".

 

Los niños, como que no entienden el juego de palabras, imaginan un ser extraño con 365 narices, pero en realidad, el 31 de diciembre sólo le resta un día al año.

 

Esta tradición oral se ha convertido, en algunas poblaciones, en una figura de cartón-piedra con forma de renacuajo y una nariz prominente que aquel día es paseado en pasacalle por diferentes lugares de la villa repartiendo narices y caramelos a los pequeños que salen a buscarlo.

Según el folklorista catalán Joan Amades, el Hombre de las narices representa el espíritu de la vegetación. Se cree que el Hombre de las narices era una degeneración de un personaje mítico que simbolizaba el año y que a menudo era representado por el árbol de las narices; una especie de árbol muy extraño que se creía que era el hogar del espíritu de la vegetación.