La personalidad histórica y cultural de Tarragona se refleja también en su gastronomía. Una gastronomía en la cual los productos del mar tienen un peso específico, provenientes del puerto pesquero tradicional más grande de Cataluña. Una riqueza a la cual hay que sumar la rica agricultura del territorio, lo cual permite crear una cocina autóctona con un sabor especial y un toque de genuina personalidad.
Hablando de platos típicos, el que lo es más en Tarragona es la cazuela de romesco. Pero no se puede olvidar mencionar la famosa sartén marinera, el arroz negro, el pescado a la plancha o frito, el arrossejat, los fideos rossejats y todo tipo de recetas creativas y de vanguardia.
Y más allá del pescado, la cocina tarraconense también dispone de los frutos que se cultivan al Campo de Tarragona: avellanas, almendras, aceite y hortalizas, así como carnes y huevos. De las montañas cercanas a la ciudad llegan las setas, las patatas y las castañas. Y de más allá, de la zona del Ebro, llegan el arroz y los cítricos.
Uno de los platos típicos que se pueden degustar desde enero hasta el mes de abril es la Calçotada , el origen del cual proviene de la vecina ciudad de Valls . Los vinos de la Denominación de Origen de Tarragona merecen una atención especial, sobre todo las misteles y los rancios, muy apropiados para acompañar los postres.
Una buena oportunidad de disfrutar de la variada gastronomía tarraconense es al mes de mayo, cuando se celebran las jornadas gastronómicas Tàrraco en Mesa, que dan la oportunidad de probar algunos platos elaborados a partir de recetas romanas.