Es Domingo de Ramos. Qué celebramos?

Con Domingo de Ramos arranca la celebración de la Semana Santa

Este domingo, 5 de abril, es Domingo de Ramos. Una celebración este año atípica puesto que la población nos encontramos confinados como consecuencia de las medidas adoptadas para parar la expansión del coronavirus. Con todo, damos un vistazo al motivo de esta celebración, y repasamos como y por qué se celebra.

La celebración de Domingo de Ramos es una festividad litúrgica que marca el inicio del ciclo de fiestas de Semana Santa. En el cristianismo, el día de Ramos recuerda la entrada de Jesucristo en Jerusalén con sus discípulos.

Fue la última vez que Jesús fue a Jerusalén y, según el Evangelio, esto pasó a comienzos de la última semana de su vida, unos días antes de la Santa Cena. Por lo tanto, la fiesta marca el comienzo de la narración de la Pasión. A pesar de que los cuatro evangelistas mencionan la escena, no se acaban de poner de acuerdo en el día: según Marc y Joan fue domingo, Mateu dice que era lunes y Rebrote no lo detalla.

A pesar de que actualmente el día de Ramos ha perdido seguimiento debido a la laïcització de la sociedad, hasta no hace mucho eran muy habituales las imágenes de familias enteras, muy mudadas, bendiciendo palmes, palmons y ramos de laurel. Unas imágenes que todavía se repiten en muchos municipios de Cataluña cada año, y que este año no se podrá celebrar (si bien se pueden seguir diferentes oficios relegiosos en las redes o la televisión). Incluso en algunos lugares se hace una procesión que escenifica la entrada de Jesús encima una burreta y la bienvenida que le dan sus seguidores, con palmes, palmons y ramos de laurel y olivo.

La tradición de las palmes y los palmons

De esta fiesta deriva el arte de hacer palmes, una vertiente de la artesanía tradicional. Las palmes y los palmons son hojas de palmera tierna trabajadas artesanalmente, que los padrinos regalan a los ahijados el día de Ramos. Los palmons son piezas más grandes y sencillas, hechos a partir de una hoja entera de palmera. Las palmes, en cambio, requieren mucha más técnica, porque tienen las hojas trenzadas con filigranas, siguiendo procedimientos parecidos a los de la cestería. Antiguamente las palmes eran más utilizadas por las niñas y los niños solían traer palmons.

Tradicionalmente, estas palmes y palmons se bendicen durante la misa del domingo de Ramos, junto con las ramas de laurel u olivo que todavía traen muchos fieles. La tradición mandaba que después de su bendición estas se colgaban al balcó de casa y se dejaba todo el año como símbolo de protección del hogar, hasta que llega Carnestoltes del año siguiente.

Llegado este día, hay que quemar las palmes y utilizar la ceniza bendita para imponerla al frente de los asistentes a la ceremonia religiosa del Miércoles de Ceniza. También es tradición que los Ramos benditos se quemen y se esparza su ceniza por los campos por, así, fecundar mejor la tierra porque sea más fértil.

Por otro lado, las hojas de laurel bendecidas se guardan para usarlas como condimento en las comidas de fiesta gorda!

 
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