3 de las joyas arquitectónicas de Tortosa
La Catedral, el Castillo de la Suda y los Reales Colegios son testigo del pasado a la capital del Baix Ebre
Son muchas las joyas arquitectónicas de la ciudad de Tortosa que son testigo del pasado y constituyen el legado patrimonial de la capital del Baix Ebre. destacamos tres.
Catedral de Tortosa.
La Catedral.
Es el edificio más significativo de la ciudad, siendo una joya de arte tanto por dentro como por fuera. Es una de las muestras más importantes del gótico catalán, y se encuentra asentada al pie del promontorio del castillo, ocupando el espacio del foro romano, la sede visigòtica y la mezquita musulmana.
La iglesia consta de tres naves sin crucero, con capillas laterales entre contrafuertes y cubierta con vuelta de creueria. Uno de los hechos singulares de la construcción es la ausencia de muros entre las capillas de la cabecera: una doble girola o deambulatori.
Hay que destacar, entre los muchos elementos de la construcción, los púlpitos del primer tramo de la nave central; el retablo mayor de Santa Maria o de la Estrella, y, sobre todo, la capilla de la Cinta, ejemplo de barroco pleno, verdadero santuario marià hecho con jaspe rosado de Tortosa y otros mármoles nobles.
Castillo de la Suda.
El Castillo de la Suda.
La majestuosa construcción ocupa el cerro central de la ciudad antigua, emergiendo por encima de todas las edificaciones históricas urbanas. La panorámica que se divisa es agobiante, siendo testigo de la importancia estratégica que tuvo en su momento.
Se han encontrado restos iberes y romanas. Los árabes lo convirtieron en alcassaba y fue residencia real desde Jaume I. El perímetro corresponde, a grandes rasgos, al original, condicionado por las características del terreno. Parece que originalmente alternaba torres defensivas de planta cuadrada con cerraduras de muralla. El paso de los siglos obligó a realizar adaptaciones según las nuevas exigencias militares, sustituyendo almenas y torres por troneras y parapetos.
En el interior del recinto se realizaron varias construcciones: aljibes, naves y el polvorín. Al gran pozo central, o suda, confluyen numerosas galerías subterráneas con silos y hornos.
A la Guerra Civil patín una grave destrucción y desde el 1972 es Paradero Nacional de Turismo, hecho que provocó grandes restauraciones. De la antigua edificación se conservan murallas, arcadas, polvorín, sala con ventanas triforades, el patio de armas y galerías subterráneas.
Reales Colegios.
Los Reales Colegios.
Esta es la joya del Renacimiento a la ciudad, aconteciendo un conjunto arquitectónico único en Cataluña. De hecho, es la obra más importante del Renacimiento civil en Cataluña. Y es que estuvo en el siglo XVI cuando la ciudad vivió un momento de efervescencia cultural y humanista y de esplendor económico y social. De este modo, la función inicial del edificio fue la educación de los moriscos y, posteriormente, de los hijos de familias sin recursos.
El conjunto lo forman tres edificios con sendos y extraordinarias portalades que comparten el mismo esquema arquitectónico.A través de la portalada del colegio de arriba se accede a un monumental patio cuadrado que se articula en una superposición de tres pisos de influencia italiana. La monumentalidad iconográfica es incuestionable, de la cual destaca el friso decorativo esculpido que sirve de barandilla al segundo piso con las efigies y los escudos de los matrimonios reales de la Corona de Aragón.
El edificio fue, durante décadas, la sede del Museo-Archivo de Tortosa. Actualmente tiene la sede el Centro de Interpretación del Renacimiento y un muestrario de la Fiesta del Renacimiento, que se celebra anualmente en la ciudad y recrea el esplendor de la ciudad al siglo XVI.