El 5 de noviembre de 1926, el astrónomo catalán Josep Comas y Solà, desde el Observatorio Fabra de Barcelona, descubría el 32P/Comas Solà, un cometa periódico actualmente con un periodo orbital de 8,8 años.
El descubrimiento se hizo mientras tomaba fotografías del cielo con el telescopio fotográfico de 6 pulgadas, como parte de su trabajo de investigación de asteroides.