La Vía Verde del Llobregat, de Cal Rosal a Pedret

Andar y pasear tranquilamente y badar con la numerosa y variada flora que hay durante el camino, correr para entrenarse por un maratón, ir en bicicleta con un carro enganchado para llevar los más pequeños de casa o bien iniciarse a pedalar dejando atrás las dos rodetes, hacer rollers para prepararse por el esquí cuando vuelva la nieve a las montañas, pescar tortillas de río, bañarse en la helada agua de alguno de los puntos de paso del río Llobregat o, incluso, hacer una buena comida a la fresca con la familia y amigos...

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Todo esto es lo qué se encuentra y se puede hacer en una mañana de domingo cualquiera a la vía verde del Llobregat que va de Cal Rosal a Pedret, resiguiendo el antiguo trazado del, ya desaparecido carrilet, que conectaba el Berguedà de norte a sur y que fue capital por el desarrollo económico e industrial de la comarca.

Es dejar el coche al aparcamiento de Cal Rosal y darse cuenta de las infinitas posibilidades que este camino comporta, por todos los gustos y maneras de hacer, por gente de la zona, pero también por gente que descubre, por primera vez, un lugar nuevo. Y es que este camino, de poco más de 5 kilómetros de ida, permite disfrutar de la natura y del deporte, del recreo y del patrimonio de una manera muy singular.

Un agradable camino con un desnivel acumulado muy pequeño, con el divertiment de atravesar tres túneles, uno de los cuales bastante largo para no ver el principio y el final cuando se es en medio, y una gran variedad de vegetación y arbolado nos lleva hasta el punto más espectacular de la ruta: el Puente de Pedret. Un puente medieval sobre el río Llobregat, situado dentro del término municipal de Cercs y a tres kilómetros del núcleo de Berga , tanto el puente cómo los agujeros que hay debajo son dos obras incluidas enel Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña de manera independiente.

Este imponente puente de origen medieval, que data de los s. XIII–XIV, está formado por un gran arco central y tres arcos más, dos a la derecha y uno a la izquierda, de medio punto, un chico irregulares y rebajados. Es un elemento típico de ejemplo de puente en espalda de asno que tiene una barandilla y pavimento de piedra, por el cual está prohibido el paso de vehículos y que, por lo tanto, atravesarlo nos transporta de pleno a otra época. De hecho atravesarlo es la única manera de acceder enla iglesia de Santo Quirze de Pedret.

Y es que no se puede hacer esta vía verde y no acercarse en la espectacular iglesia preromànica de Santo Quirze de Pedret. No se tiene conocimiento exacto de la fecha de consagración de este templo dependiente del monasterio de Sant Llorenç cerca Bagà, pero en el interior de esta construcción típica del Arte Románico del Berguedà, se encontraban unas pinturas importantísimas por el arte medieval catalán, actualmente conservadas en parte al Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona (absidioles laterales) y al Museo Diocesano y Comarcal de Solsona (ábside central y fragmentos de la decoración de los muros) pero que hoy en día se pueden ver reproducidas in situ.

En definitiva, la que fue una de las arterias del desarrollo económico e industrial del Berguedà, que conectaba una línea de tren que permitía transportar el carbón y el cemento desde el Alto Berguedà hasta Manresa y Barcelona , así como para comunicar el entorno rural con las grandes ciudades, es hoy un pequeño tesoro de natura, salud, deporte, cultura, patrimonio, recreo y diversión, todo esto y mucho más en un paseo lineal de poco más de diez kilómetros, ida y retorno, para disfrutar de una de las arterias verdes del Berguedà.