Situada en un valle, entre Llagostera y Lloret de Mar, Tossa de Mar se levanta como una de las joyas más brillantes de la Costa Brava. La belleza de sus playas y bosques y de su patrimonio histórico y cultural, hacen de este lugar un punto de referencia obligada por los amantes de la playa y del turismo cultural. Hoy en día, Tossa continúa siendo una villa con una historia y un encanto que no deja indiferente a nadie. Uno de los mayores encantos del municipio, es la diversidad de actividades que se pueden hacer.

Las playas de Tossa son célebres por su agua cristalina y su arena dorada y fina. Los amantes de las playas podrán encontrar desde calas medio escondidas entre roca y bosque, como la Figuera, la Buena y la Pola ; hasta playas que abrazan el mítico Recinto amurallado de la Villa Vieja, como la playa grande o la playa De se Guijarral. También son destacables la cala Giverola y la playa menuda, por aquellos que buscan lugares más concurridos.
Pero la experiencia no se acaba aquí, y es que Tossa de Mar es mucho más que sus playas. Históricamente un punto de encuentro entre artistas de todo el mundo, la villa fue denominada el paraíso azul por el pintor francés Marc Chagall. Tossa enamoró la actriz Ava Gardner mientras rodaba una película en 1951, y a la villa todavía se la recuerda con una estatua de bronce. Tossa vibra culturalmente, y está llena de monumentos emblemáticos de la cultura catalana y europea.

Tossa de Mar tiene una historia que data desde los tiempos prehistóricos. Es bastante recomendable la visita a los restos romanos presentes al municipio. Especialmente la villa de los Almendros, que construida el siglo Y a.C. es una de las más importantes de la antigua provincia de Tàrraco. Dedicada especialmente al cultivo de la viña y a la exportación de vino de gran consumo, es un ejemplo clásico de explotación agrícola a la Mediterránea romana. El antes mencionado recinto amurallado de la Villa Vieja, es quizás la cara más conocida del municipio. Se trata de una magnífica fortificación medieval construida a principios del siglo XIII, para defender la villa de la piratería. Actualmente es el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía existe al litoral catalán y ayuda a comprender la realidad de las poblaciones marítimas durante la turbulenta época medieval. Otro monumento emblemático del municipio es el faro. Construido en 1917 a la parte más elevada de la Cabeza de Tossa, el Faro es actualmente la sede del Centro de Interpretación de los Faros de la Mediterránea. Este equipamiento innovador en cuanto al planteamiento museològic es un espacio de referencia para toda aquella persona interesada a obtener una visión profundizada del mundo de las señales marítimas.
Tan si prefieres pasar el verano en la playa como en un museo, Tossa de Mar es el lugar para tú!