El aceite ha formado parte desde siempre de la cultura de les Borges Blanques, tal y cómo explica Joaquim de Camps:
"En cuanto a las Garrigues en el sector de secano de la comarca, la gran fuente de trabajo y de riqueza radica en la oleicultura, cultivo de larga fecha y de ejemplar dedicación de una población digna y trabajadora como pocas haya. El amor al olivo se ha heredado de padres a hijos, y, en correspondencia, estos luchan enconadamente para superar la crisis por la cual pasa la explotación. La variedad arbequina es la que ha dado mejor resultado, por la calidad del aceite que produce, de sabor y olor agradable, el cual refinado por una de las diversas cooperativas de la comarca - les Borges Blanques y Granadella, por ejemplo- tiene ganado la palma por la baja acidez del producto".
Desde la romanización pasando por la invasión árabe y los siglos posteriores el aceite siempre ha sido importante. Lo podéis disfrutar en los diversos paisajes de la comarca y en las cooperativas de la zona.