Cataluña es tierra de leyendas , y extraño es el municipio que no cuenta en su imaginario con algún personaje que explica la tradición del pueblo. Es el caso de Organyà, donde existían en este imaginario las figuras de lo Cavallot y la Bailaora.
Hoy en día, pocos son los que todavía los recuerdan, puesto que hace cerca de un siglo que se dejó de hablar. Con todo, hasta finales del siglo XIX, a la salida de la Misa Mayor del día de Nadal , aparecían estas extrañas figuras.
Lo Cavallot era un hombre con un vestido de terciopelo rojo, muy llamativo, con cascabeles. Con un abundoso flequillo, y un gran sombrero, a penas se le veía la cara. También tenía una larga cola, y traía una gran clave y una tralla a la mano.
La Bailaora, por su parte, era un hombre vestido de mujer, un poco grassoneta y acelga.
Los dos bailaban a la salida de los curas. Una danza en la cual lo Cavallot buscaba la Bailaora y esta hacía cómo si huyera. Una persecución durante la cual la Bailaora se escondía entre el público, y la gente acompañaba la fiesta con risas.
Según parece, era una parodia medieval, puesto que cuenta la tradición que lo Cavallot representaba el señor feudal que sometía en el pueblo, personalizado en la Bailaora.