Se cree que la Farmacia Esteve de Llívia, en la Cerdaña es la más antigua de Europa, con más de 600 años de historia, se fundó durante la edad mediana, a principios del siglo XV.
La farmacia guarda una colección de cajas renacentistas con retratos de santos y personajes. También mantiene albarels (puedes) del siglo XVI y XVIII y un cordialer barroco cortado por Josep Sunyer a la época en que la familia Esteve se hacía cargo de la farmacia y que mantuvo durante siete generaciones. A la farmacia se conservan bocals de vidrio del siglo XIX, así como una biblioteca, instrumentos de laboratorio, drogas antiguas, preparados, recetarios, etc. Es, por todo esto, uno de los conjuntos más importantes de Europa.