Desde principios del siglo XIII hasta la actualidad, más de 300 barcos se han hundido a las aguas de la Costa Brava. De todos ellos, uno de los más recordados es el que pasó en la playa de se Aranella. Una playa de Cadaqués ubicada ante la isla que trae el mismo nombre.
Esta playa fue el escenario, en 1929, de uno de los rescates marinos más dramáticos que se recuerdan en la zona. El Douaumont, un pailebot francés, después de ir a la deriva embarrancó con los escollos de la isla y se partió en dos.