El Callo Judío de Girona, el más muy conservado de Europa

La figura más relevante fue el médico, poeta, filósofo y exegeta Mosse bien Nahman

 

El Callo Judío de Girona es lo mejor conservado de Europa. Se trata de un conjunto de calles laberíntics que nos transportarán a la época medieval sin salir de la cosmopolita capital del Gironès. Fue, desde el punto de vista cultural, una de las comunidades europeas más importantes de occidente.

 

El Callo de Girona se empezó a formar a partir del siglo XII, en la calle de la Fuerza, cuando se instalaron familias judías que antes vivían en los alrededores de la catedral. llegaron a vivir una media de 800 personas. La comunidad judía ocupó un lugar clave en el desarrollo económico de la ciudad y se caracterizó por su alto nivel cultural. De hecho, desde el siglo XI hasta el siglo XIII, se creó la escuela de cábala más importante de todo el occidente medieval en este lugar.

 

En la ciudad de Girona desarrollaron sus teorías importantes pensadores como Jacob bien Sehet Gerundí, el poeta Mesulam bien Selomó de Piera, y los grandes filósofos Ezra bien Salomó y Azriel de Girona. Con todo, la figura más relevante fue el médico, poeta, filósofo y exegeta Mosse bien Nahman, más conocido como Bonastruc ça Puerta.

 

Call jueu de Girona
Callo judío de Girona | Cedida

 

  

En la actualidad, gracias al apoyo de la embajada de Israel, se ha rehabilitado parte del callo, donde funciona el Centro Bonastruc ça Trae - Instituto de Estudios Nahmánides. Tiene también el patrocinio del "Patronato Municipal Callo de Girona".

 

Para disfrutar de una mágica ruta por el Callo de Girona, el visitante tiene que empezar paseando por la calle de la Fuerza. Esta calle es la arteria principal del callo y se caracteriza por su estrechez y la altura de los edificios. A lo largo de esta calle el visitante encontrará el Museo de Historia de los Judíos, donde podremos aprender muchísimo sobre la historia de la comunidad judía en Cataluña y en Girona a lo largo de los siglos, y el Museo de Historia de Girona.

 

El barrio actual sólo conserva parte del trazado medieval, y es muy visitado por judíos y turistas en general, porque es sobre todo una gran fuente de cultura otras épocas.

 
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