El 4 de octubre de 1957 Rusia ponía en órbita la Spútnik, el primer satélite artificial de la historia.
El programa Spútnik formaba parte de una serie de misiones espaciales no tripuladas lanzadas por la Unión Soviética a finales de los años 1950 para demostrar la viabilidad de los satélites artificiales en órbita terrestre. El nombre "Spútnik" viene del ruso y significa "satélite" o "compañero de viaje".
Este éxito de los rusos aceleró la creación de la NASA (National Aeronautics and Space Agency) y ocasionó una subida de inversiones por parte del gobierno de los EE.UU. en investigación y educación científica