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Eres un aventurero de más de 125 centímetros de altura? Te gusta viajar sobre dos ruedas, pedalar sin cansarte y descubrir la natura a tu ritmo? Con una bicicleta eléctrica puedes hacerlo! En las comarcas de Barcelona, hay muchos centros que las alquilan y te proponen rutas guiadas por GPS. Disfrutar de los paisajes rurales más espectaculares nunca ha sido tan fácil!
La bicicleta eléctrica es un medio de transporte muy interesante, porque te permite compartir con niños, abuelos, amigos o pareja el enorme placer de estar en contacto con la natura. Gracias a su sistema de pedaleo asistido, todo el mundo puede seguir el mismo ritmo, sin tenerse que preocupar del cansancio ni de las subidas abruptas. En el caso de las burricletes, las dos alforges que traen a ambos lados de la rueda trasera liberan los hombros de los ciclistas, consiguiendo que la conducción sea más cómoda, establo y segura.
Son muchas las rutas de cicloturisme que te invitan a salir de la gran ciudad y perderte por los caminos rurales de Paisajes Barcelona, y algunas de las más guapas las encontrarás, sin duda, al Lluçanès. Entre los ríos Ter y Llobregat, entre la llanura y el Pirineo, el Lluçanès ha estado desde tiempos inmemoriales un territorio tanto bello como indómito, zona de protección de las nutrias y donde las leyendas sitúan los encuentros de brujas. Visitar en bicicleta el monasterio de Santa Maria de Lluçà, una de las joyas del románico catalán, es más que recomendable, así como la iglesia de Santo Vicenç en Torelló, una de las pocas ermitas románicas de planta redonda que hay en Cataluña.
El Alt Penedès es otro territorio privilegiado para explorar sobre dos ruedas, gracias a la posibilidad de conocer las múltiples bodegas que abren sus puertas a los ciclistas. En Sant Sadurní d'Anoia, por ejemplo, el Centro de Interpretación del Cava-CIC Fassina organiza una salida que combina cava, bicicleta y chocolate, una experiencia deliciosa que seduce por igual a grandes y pequeños. Y a la masía Can Artigas, al corazón de Subirats, podrás hacer una cata de los cavas de crianza de la finca, participar en los trabajos del campo y pasear entre las viñas antes de retomar el camino con tu bicicleta del siglo XXI.