Ya ha abierto el Centro de Interpretación de Fumanya

Al alto Berguedà, cerca de las minas de Santo Corneli, hay uno de los yacimientos de Fumanya más espectacular, con más de 3.500 huellas

 

Situado al Alto Berguedà, el yacimiento de Fumanya forma parte de un conjunto paleontológico de gran importancia que a partir de ahora podremos conocer a través del Centro de Interpretación de Fumanya.  

 

Entre Cercs y Hucha del Berguedà, la carretera BV-4025 nos dirigirá al yacimiento, una espectacular pared a cielo abierto que podremos ver después de pasar el pueblo de Fígols.

 

65 millones de años de antigüedad, más de 38.000 m2 de extensión y 3.500 huellas de dinosaurio. Estos datos hacen del yacimiento de Fígols-Vallcebre de Fumanya uno de los más importantes de Europa con restos fósiles del Cretáceo superior.

 

El conjunto paleontológico incluye las antiguas explotaciones de carbón a cielo abierto de Fumanya Sur (Fígols), Fumanya Norte, Tumí (Vallcebre) y Cuello de Pradell (Vallcebre-Saldes). Además de las huellas (icnites), los paleontólogos han identificado restos de fósiles de huevos y de huesos de dinosaurio, un gran número de restos vegetales (troncos de árboles, hojas de diferentes tipos, algas...) y animales (caparazones de moluscos e invertebrados fosilizados).

 

El descubrimiento de los Yacimientos de Fumanya data de 1985, cuando Lluís Viladrich y su esposa, miembros del colectivo Berguedano de Ciencias Naturales, se encontraban de excursión a la zona y sospecharon que los hoyos que se observaban al patio de luces de Fumanya Sur podrían corresponder a huellas de algún animal. Las investigaciones posteriores del Instituto Paleontológico Miquel Crusafont de Sabadell confirmaron esta primera teoría.

 

Las huellas, también llamadas icnites, se hicieron en un terreno plano. Pero cuando se formaron los Pirineos quedaron casi verticales.

 

El centro, Dinosaurios de Fumanya, abrió este pasado sábado con muy buena acogida con el objetivo de acercar a todo el mundo un yacimiento único en Europa. Un yacimiento que reúne más de 3.500 huellas de dinosaurio y otros restos, como por ejemplo huevos o dientes de estos animales.

 

El que hace realmente único este yacimiento es que se pueden encontrar representadas casi todas las especies que vivían en la zona hace 70 millones de años, puesto que no sólo se han encontrado huellas, sino que también se han encontrado huevos, huesos, dientes...  

 

El centro de interpretación del yacimiento ofrece una exposición con plafones que permite observar los fósiles, tocar réplicas de huesos y de huevos de dinosaurio, y adentrarse en la vida de estos animales para saber, por ejemplo, como se reproducían o qué eran sus depredadores.

 

La iniciativa del museo se empezó a gestar el 2001. El 2004 se pusieron en marcha las obras para adaptar el terreno y construir el edificio de la exposición. Varias dificultades estancaron el proyecto, que se llegó a abandonar el 2011. Finalmente, después de 13 años ya es una realidad.

 

El nuevo centro forma parte de un proyecto más grande, Dinosaurios del Pirineu, que incluye otros museos, como el espacio Dinosfera, a cuestas de Nargó, o el Museo de la Conca Dellà, en Isona, que se complementan entre sí.

 
Destacamos