Los petardos: la tradición más ruidosa de la noche de San Juan

Hay que extremar la precaución a la hora de manipular la pirotecnia para evitar accidentes

La noche de San Juan es una de las más cortas del año, y también una de las más ruidosas. Y es que esta noche los petardos toman un especial protagonismo. Una tradición vistosa (y muy ruidosa) que tiene una explicación.

Y es que de todos es sabido (según las creencias mágicas alrededor de esta noche), que la noche de San Juan es una de las preferidas por fantasmas y espíritus para hacer de las suyas. De aquí que se busque asustarlos, y por eso se utilizan los petardos y el fuego.

En realidad, la gran tradición pirotécnica que hay la cultura catalana se debida a la influencia árabe. En los siglos XII y XIII, la gran afición de los árabes a los petardos hizo que se introdujeran a la cultura.

Una tradición, la de los petardos, que hay que seguir con prudencia y respeto. Y es que no queremos que la noche de San Juan acabe con algún accidente desagradable.

Por eso, hay que seguir una serie de consejos de seguridad para evitar tomar mal:

  • Hay que leer las instrucciones de cada artículo.
  • No sujetáis los petardos con las manos.
  • No ponéis los petardos cerca de la cara ni del cuerpo.
  • Utilizáis medios seguros para encender el material pirotécnico: mechas y similares.
  • Encendéis siempre la mecha por el extremo, porque os dé tiempos de enretirar-os
  • Si un petardo no se enciende bien, no lo tocáis hasta después de media hora y remojadlo.
  • No lanzáis nunca petardos contra nadie.

Consultáis la guía completa de seguridad elaborada por Protección Civil.

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