La Asociación Protectora de la Ensenyança Catalana

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Ilustración de Josep Obiols | cedida

 

 

La Asociación Protectora de la Ensenyança Catalana (APEC), denominada popularmente la Protectora, fue una entidad fundada el 22 de diciembre del 1898 por el pedagogo Francesc Flos y Calcado con el objetivo de impulsar el modelo de escuela catalana según las corrientes pedagógicas modernas.

 

HISTORIA

• Contexto

Al tumbando de los siglos XIX y XX Cataluña y el Estado español vivieron cambios intensos: la pérdida de Cuba, la fuerte industrialización del país, la organización de los obreros y el reclamo de más libertades dentro de un estado democráticamente deficiente. Además, el catalanismo empezó a politizarse y el nacionalismo catalán fue un fenómeno contemporáneo, de forma que la lengua catalana pasó a tener pes en las reivindicaciones con objeto de recuperar el lugar de primera lengua del país. En este bullici, el 1891 se creó la Unión Catalanista, una federación de entidades catalanistas que fue la promotora de las Bases de Manresa (1892), un proyecto de constitución para Cataluña que establecía la soberanía interior de Cataluña dentro del Estado español.

Pedagógicamente, en el país dominaba la enseñanza tradicional, de tradición triste y a menudo trágica, tal como recuerda la frase de entonces: "la lengua cono sangre entra". En las escuelas estatales se enseñaba en castellano a recitar los nombres de los reyes visigodos y a pasar el rosario. En las escuelas religiosas, se pasaba el rosario y se recitaban los reyes visigodos. Mientras, en Europa surgían nuevas pedagogías que apostaban por nuevos enfocs en la educación –veáis Maria Montessori, Celestin Freinet, Ovide Decroly, John Dewey– , en los cuales al niño era el centro de observación y se educaba en todos los sentidos, con el fin de hacer buenos ciudadanos. Estas escuelas diferentes fueron anheladas por una minoría culta del país, la cual apostó por la nueva educación con el sentimiento de querer civilizar el país.

 

• Inicios

La conciencia catalanista motivó la fundación de la Asociación Protectora de la Ensenyança Catalana a finales del 1898 bajo el cobijo de Unión Catalanista. El fundador fue el pedagogo Francesc Flos y Calcado, quién había despuntado con la creación de la primera escuela con enseñanza en catalán, el colegio Sant Jordi.

 

Se acordó que los tres cargos de la Junta Directiva fueran Josep Fiter e Inglès, presidente; Francisco Figueras, tesorero y Enric Ciurana, secretario. 

 

• El relanzamiento

Después de unos primeros años sin mucho impulso (1898-1912), el relanzamiento de esta institución coincidió con la Asamblea de la Unión Catalanista del 1912, celebrada en Tarragona. En esta propuesta de relanzamiento se impulsó un modelo de escuela catalana para los centros que se quisieran adherir, así como los ejes a partir de los cuals se tenía que impulsar: editorial, boletín, estudios normales y escuela modelo.

 

El año siguiente, desde la acción de las instituciones públicas, se produjeron dos hechos que ayudaron a consolidar esta propuesta: el 1913 se creó el Consejo de Pedagogía a la Diputación de Barcelona y el Instituto de Estudios Catalanes promulgó las Normas Ortográficas. Estos dos acontecimientos contribuyeron en la modernización pedagógica y la defensa de una lengua unificada y moderna, de este modo se estableció una base más sólida en el modelo de escuela catalana de la Asociación Protectora de la Ensenyança Catalana (APEC).

 

Con la creación de la Mancomunidad de Cataluña (1914), el APEC recibió su apoyo y por este motivo aumentó mucho el número de sus socios: pasó de tener 200 socios individuales y 5 de colectivos el 1915, a tener 8.262 y 212 respectivamente; y respecto a las escuelas que subvencionaba, pasó de 14 a 37.

 

En esta época, el APEC consiguió una gran penetración en la sociedad catalana así como reconocimiento exterior gracias, sobre todo, a la colaboración de las figuras más prestigiosas de la intelectualidad del país (veáis el álbum de firmas entregado el 26 de mayo del 1914 en Prat de la Riba).

 

El 1916 diseñó un ambicioso plan editorial que alcanzaba todos los ámbitos de la escuela primaria: libros escolares de lengua (lectura, escritura y gramática), aritmética y geometría, geografía general con enseres didácticos, historia, ciencias físicas y naturales, antologías de autores catalanes, historia sagrada y gramática castellana y francesa. Y el 1917 creó la Comisión Editorial Pedagógica, presidida por Pompeu Fabra. El 1922, el pedagogo Alexandre Galí entró a formar parte de la Comisión Técnica, de forma que también asesoraba en el proceso editorial.

 

Además, el APEC contribuyó a los Estudios Normales que complementaban la preparación de los maestros y organizó cursos de catalán en muchas entidades, así como creó bibliotecas escolares que después fueron continuadas por la Mancomunidad y el Ayuntamiento de Barcelona.

 

El año 1923, antes de la dictadura de Primo de Rivera, el APEC tenía más de 10.000 socios y contaba con mecenas catalanes que vivían en América, la contribución económica de los cuales fue muy importante.

 

• La clandestinidad

Con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se prohibió la enseñanza del catalán como materia optativa a las Escuelas Normales así como los libros escolares en catalán. Con objetivo represivo y anticatalán, dictó un decreto contra el separatismo y clausuró la Asociación Protectora de la Ensenyança Catalana, el 24 de junio del 1924, así como las escuelas que subvencionaba.

 

También se dejaron de publicar el Boletín de la entidad y las Hojas Informativas, publicaciones que apoyaban en la escuela catalana.

 

Pero el APEC no fue disuelta sino sólo clausurada, hecho que le permeté de continuar funcionando en la semiclandestinitat. El octubre del 1924 se hacéis en París la asamblea constitutiva de la Société de Edition Raymond Lulle, que procuró continuar la obra del APEC en estos años de dictadura.

 

• Los maestros de la República

Pasada la dictadura, la tarea editorial se volvió a reempendre con fuerza.

 

Después de la proclamación de la Segunda República Española, el APEC recibió el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat republicana, y en 1933 logró la cifra de 7.813 socios, hecho que permeté llevar a cabo varios proyectos: subvencionar las escuelas que se creaban, otorgar becas a niños, organizar colonias escolares, crear la Fiesta de Niños y de Flores al Parque Güell y crear concursos escolares de lengua, geografía e historia catalanas.

 

El 1936, el APEC organizó su Primer Congreso Nacional, donde se analizó su obra escolar, y una exposición del libro de escuela catalán.

 

• La guerra

Durante la Guerra Civil Española, y bajo el comissariat del doctor Solé y Pla, el APEC creó la Biblioteca para Niños Apelas Maestras instalada a la plaza del Pino, que fue clausurada acabada la guerra.

 

El 1939 el APEC fue clausurada por las autoridades franquistas, que también confiscaron los ficheros y el material publicado.

 

A los inicios del franquismo, la Editorial Pedagógica del APEC se convirtió en la Editorial Pedagógica y publicó algunos libros traducidos en el castellano, pero poco después desapareció.

 

FUNCIONES

El objetivo principal del APEC fue adherir centros de carácter pedagógico catalán y fundar de nuevos. Tal como escribió Flos, la escuela catalana era aquella que, además de adoptar oficialmente la lengua catalana, hacía de "sueño programa un instrumento de adelanto de nuestras letras y del espíritu patri", partiendo del convencimiento que "la ciencia pedagógica reclama que se instruya los chicos en la lengua que conocen".

 

Pero además de la tarea de asociar centros bajo el paraguas del APEC para crear una pedagogía catalana, esta asociación subvencionaba los centros y concedía becas para niños.

 

De lo contrario, organizaba un montón de actividades y proyectos con el fin de instaurar las nuevas pedagogías y difundirlas cómo, por ejemplo, colonias escolares, fiestas y festivales al Parque Güell y concursos escolares. En la vertiente formativa, publicaba y organizaba cursos para los maestros así como clases de catalán en diferentes entidades.

 

Y en el punto en qué va excel·lir fue en la iniciativa editorial, que publicó un gran número de libros de escuela de gran interés cualitativo por sus planteamientos didácticos innovadores y por su avanzada concepción editorial y estética.

 

PUBLICACIONES

El APEC arrancó el proyecto ambicioso de crear un plan editorial el 1916 para poder tener libros de escuela en catalán. Con la colaboración de eminentes intelectuales, publicó libros escolares de lengua (lectura, escritura y gramática), aritmética y geometría, geografía general con enseres didácticos, historia, ciencias físicas y naturales, antologías de autores catalanes, historia sagrada, gramática castellana y francesa.

 

El plan contó con la presidencia de Pompeu Fabra y, en la vertiente técnica, con el pedagogo Alexandre Galí; además, fue asesorada artísticamente por Josep Obiols, uno de los más destacados artistas del novecentismo.

 

La obra editorial del APEC formó, sin duda, uno de los conjuntos de libros escolares de más interés pedagógico del primer tercio de siglo en España.

 

Además de biografías de Ramon Llull, Manuel Milà y Fontanals, Francesc Pino y Margall, Pau Claris, Jaume I, Jacinto Verdaguer..., escritas respectivamente por Llorenç Riber, A. Rubió y Lluch, J. Roca y Roca, A. Rovira y Virgilio, Manuel de Montoliu y Valeri Sierra y Boldú...

 
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