Este abril, después de más de 100 años de historia, la Agua de Vilajuïga comunicó su cierre.
Dos meses después, el pueblo de Vilajuïga recibe contento la nueva: los laboratorios Grifols han comprado la planta y han presentado un proyecto de rehabilitación de todo el espacio y de las instalaciones. Con la intención de potenciar estas aguas populares y únicas, la empresa quiere iniciar las obras de rehabilitación después del verano y se ha comprometido ha dar trabajo con prioridad a las personas del municipio.
Recordamos que el agua ampurdanesa de Vilajuïga es declarada minero-medicinal desde julio del 1904 y nace al pie de la sierra de Verdera, cerca del castillo de Quermançó. Esta agua de aguja era la preferida de Salvador Dalí y el 1929 recibió un premio de honor a la Exposición Universal de Barcelona.