Llívia es un pequeño pueblo de Cataluña que, a pesar de estar a pocos minutos en coche de la frontera, está situado totalmente dentro de Francia.
Esto es debido de al Tratado de los Pirineo, firmado el 7 de noviembre de 1659 entre Felip IV de Castilla y Lluís XIV de Francia, donde se ponía fin a la Guerra de los Treinta Años y a cambio se cedía en Francia el condado del Rosselló y parte de la Cerdaña.
Pero Llívia tenía el título de villa y por lo tanto pudo seguir siendo parte de Cataluña.