El Correfoc de Tortosa celebra este año su cuadragésima edición en el marco de las Fiestas de la Cinta de la capital del Baix Ebre. Será el viernes, 1 de septiembre, y durante la jornada es podrá disfrutar de la tradicional Muestra de Bestiario, la Carretillada infantil, el XII Concurso de encendidas Ciudad de Tortosa y el Correfoc, que recorrerá, un año más, el centro de la ciudad.
Este año, la plantada de las bestias se hará a las 20.15 horas en la plaza del Ayuntamiento, y se podrá disfrutar del Drac Lo Carrau (Tortosa), el Drac Hydracus (Tortosa), el Drac Grafus (Tortosa), El Boc Jordiet de Ferreries (Tortosa), Lo Bou (Tortosa) i el Drac Nortis de Roquetes (Baix Ebre). Media hora después, a las 20.45, y en la misma plaza, se hará la Carretillada infantil, a cargo de las pandillas de diablos infantiles Set Cervells de Jesús i Lo Golafre de Remolins.
Ya a las 22 horas se podrá disfrutar del Pasacalle sin fuego de los participantes hasta el Parque Municipal donde, a las 22.15 horas, a la avenida de la Generalitat, se celebrará el XII Concurso de encendidas. Las colles participantes mostrarán su dominio con el fuego exhibiéndose con encendidas de lucimiento, y será el público quien decidirá quién es el ganador votando en el web www.ebrecorrefoc.com.
Al acabar, a las 22.45 horas, arrancará el 40è Correfoc de Tortosa, con el siguiente recorrido: Avda. Generalitat, C. Doctor Vila y Avda. Generalidad (Pl. de la Pau). La fiesta finalizará a las 23.30 horas con el espectáculo final "La plaça crema". Una gran encendida conjunta de todas las pandillas participantes a la plaza del Ayuntamiento que finalizará con un pequeño castillo de fuegos de artificio.

Correfoc de Tortosa en 2022. FOTO: Catalunya Me gusta
Un poco de historia
Las raíces del actual Correfoc de Tortosa hay que buscarlas en 1981, cuando la Cucafera , la grande y la pequeña, a pesar de no sacar fuego, participó del primero correfoc que se organiza a a Catalunya la ciudad de Barcelona, en un inicio un encuentro de bestiario festivo y de fuego.
A Tortosa, históricamente, el bestiario festivo y el fuego han sido elementos presentes, a pesar de que con diferentes intervalos. Ya hay constancia en 1432, en el marco de la celebración de la fiesta del Corpus, de la presencia de representaciones con máscaras de diablos según menciona Francesc Massip a sus estudios sobre el teatro medieval. Unos años después, en 1439, también encontramos documentación que regula el uso de los cohetes para no malograr la indumentaria de los espectadores ni guarniments.
Sin embargo, todo y la constancia histórica, al último cuarto del siglo XX el único elemento que pervive del rico bestiario tortosí es la Cucafera . El bestiario, sin tener en cuenta los gigantes y enanos con una presencia más continuada en el tiempo, había desaparecido en relación con la celebración del Corpus. En este sentido, no será hasta el año 1982 cuando de acuerdo con las imágenes antiguas de los bous y el águila se promueve su recuperación. Lo hicieron unos artesanos del País Valencià los hermanos Güaita.
Ya en 1983, al mes de septiembre, y en el marco de las Fiestas de la Cinta, se celebró el primero Correfoc de las Terres de l'Ebre. Bestias de fuego llegan de todo Catalunya y entonces solo la Cucafera participa como bestiario festivo local. Por lo tanto, todavía faltaba el elemento propio de bestiario de fuego.
Esta carència se solucionó inmediatamente, el año siguiente, de manso de l'Orden de la Cucafera, aparece el primer elemento de bestiario de Tortosa no relacionado con la celebración del Corpus: lo Carrau. La Orden de la Cucafera, la responsable, era una entidad de carácter cultural surgida en 1984 de manso de los primeros organizadores del correfoc de las Terres de l'Ebre y en sus inicios uno de los motivos fue para poder organizar y financiar el correfoc.
Rápidamente, se extendió la mecha, y en 1985 surge a Remolins el primer grupo local de diablos con dragón y con el objetivo principal de participar del correfoc. El 1985 Lo Golafre hace su aparición y bautizo al Correfoc de las TieTerres de l'Ebre.
Mientras tanto, más allá de la ciudad, al territorio ebrenc la semilla del correfoc también había llegado. Concretamente a Rasquera, se celebra en el mismo año que a Tortosa un correfoc y aparece el primer bestiario de fuego festivo ebrenc sin relación con de la celebración del Corpus, es Lo Fardatxo, siendo el primero de un largo número de nuevo bestiario festivo y colles de diablos.
Tortosa inicia así en 1983 uno de los acontecimientos que todo y los cambios sufridos se ha convertido en un elemento fijo de la celebración de las Fiestas de la Cinta. El fuego festivo, el bestiario, los diablos, desde aquel 1983, cuando se celebra el primero correfoc sin ninguna colla de fuego local, en la actualidad, la Ebrecorrefoc se ha convertido en un referente más allá del territorio ebrenc. Hoy tanto por la historia y calidad de las colles ebrenques cómo por los correfocs que se celebran en las Terres de l'Ebre el fuego festivo continúa quemando.
FUENTE (y más información): ebrefoc.com