A pesar de que pueda parecer un puente muy antiguo, el cierto es que el puente de la calle del Obispo, no tiene ni cien años. Esta preciosa contrucció, que une el Palau de la Generalitat con la Casa de los Canónigos, antigua residencia de los presidentes de la Generalitat, fue obra de un discípulo de Antoní Gaudí, Joan Rubió y Bellver.
Fue construido entre 1923 y 1928 en estilo neogótico.