El tradicional Comer Blanco de Reus, un buenísimo postre dulce de origen medieval, hace unos siglos traía nada más y nada menos que gallina. Parece que este ingrediente se perdió durante el siglo XVIII, posiblemente gracias a un monje de Escaladei que lo quería hacer apto por la vigilia.
El cierto es que también se eliminaron la leche de vaca, que se sustituyó por leche de atmella y los huevos, dando lugar al buenísimo postre que hoy conocemos.