Cataluña celebra, el 23 de julio, un Día del Libro y de Rosa atípico

La celebración llega después de que la celebración de Sant Jordi fuera aplazada por la pandemia del coronavirus

En una situación de normalidad, el pasado 23 de abril, Cataluña habría celebrado Sant Jordi cómo manda la tradición: con praderas de rosas y libros a las calles, y actas culturales en todo el territorio. Este año, pero, la celebración se vio alterada por la situación que se vivía en el país ante la pandemia de coronavirus. El confinamiento decretado para parar la expansión del virus obligó a aplazar la celebración, y la Cámara del Libro y el Gremio de Floristas y del sector de la flora acordaban fijar la celebración del Día del Libro de 2020 para el jueves 23 de julio.

Así, la Cámara del Libro de Cataluña y el Gremio de Floristas han preparado el Día del Libro y de la Rosa de este 23 de julio porque pueda celebrarse en Cataluña de manera descentralizada, evitando aglomeraciones y con todas las garantías sanitarias de acuerdo con los protocolos validados por el Procicat. En el documento, se contemplan hasta tres escenarios diferentes para que puedan ser adaptados a la realidad demográfica, urbana y de situación sanitaria de cada ciudad y pueblo de Cataluña. Para garantizar el cumplimiento de todas estas medidas las paradas que habrá a la calle y que incluirán firmas de autores el día 23 de julio serán exclusivamente profesionales, de editores, libreros y distribuidores.

Así, el 23 de julio los lectores se podrán reencontrar con los autores y sus libros al ritmo que permita la situación sanitaria. En el contexto de este reencuentro, los floristas aportarán también rosas blancas a las calles como símbolo de esperanza en el futuro y como homenaje al dolor vivido estos meses.

Para conmemorar este día en la ciudad de Barcelona , por ejemplo, se ha determinado un protocolo particular que contempla que las librerías y floristerías que lo deseen puedan poner paradas en la calle ante su propio establecimiento y habrá un espacio cerrado y perimetrat a los carriles centrales del Paseo de Gràcia, desde Plaza Cataluña hasta la calle Valencia, en el que habrá paradas de libreros, editores, floristas y firmas de libros hasta las once del anochecer porque los lectores puedan acercarse a los autores, guardando las distancias de seguridad y con cita previa o cita expreso. En este espacio se aplicarán, de acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, las medidas más restrictivas de distancia y protección que han sido validadas en el documento del Procicat.

La ubicación de este espacio central al Paseo de Gràcia ha sido posible porque habrá un control riguroso del aforo de entrada y de salida a cada una de las cinco islas del Paseo de Gràcia; se guardará una distancia de seguridad de 2 metros y en el interior de cada isla habrá también un máximo de paradas de libros, un espacio acotat por la firma de los autores y también por la venta de flores. Este modelo aprobado tanto por el Procicat cómo por las autoridades municipales del Ayuntamiento de Barcelona tiene la ventaja de ser muy flexible y permitir regular fácilmente el aforo en función de las condiciones sanitarias del momento.

Perspectiva municipal

De acuerdo con estos protocolos, corresponde en los ayuntamientos de Cataluña la selección de ubicaciones óptimas a la vía/espacios públicos y el control para evitar aglomeraciones y respetar aforos: en este sentido, serán preferibles ubicaciones en grandes espacios abiertos para permitir separación de seguridad, espacio sectoritzats, flujos de acceso y salida independientes (no permeables entre sí). El alcalde/ese es la autoridad sanitaria y de protección civil de su municipio y está habilidad para autorizar o no las paradas de venta de libros/flores o paradas de firma de autores si no puede garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias y de seguridad.

En cuanto a las librerías, seguirán los protocolos de seguridad y limpia que ya aplican, de acuerdo con la normativa, como el resto de espacios cerrados de acceso público y el comercio en general.

Proximidad

La Cámara del Libro y el Gremio de floristas tienen la voluntad que el 23 de julio sea una fiesta del Libro y de la Rosa de proximidad, que cada cual la viva a los establecimientos de su barrio, de su pueblo o de su ciudad.

Es importante que se eviten los desplazamientos entre pueblos durante este día y que los asistentes adopten las medidas necesarias para evitar la generación de riesgos de propagación de la infección de la Covid-19, tomando todas las medidas de seguridad y de higiene personal que requiere el momento.

 
Destacamos